La centralización de cuentas mediante el Cash Pooling

El Cash Pooling es una gestión centralizada de la tesorería para grupos empresariales o para empresas que posean muchas delegaciones.

Con esta opción de gestión se permite pasar de una situación en la que cada sociedad del grupo opera con varias cuentas bancarias, a trabajar con una cuenta única centralizada para todo el grupo, con las correspondientes ventajas de información y de reducción de costes. Con una periodicidad diaria se realiza un «barrido» de las cuentas de las delegaciones o filiales, con la consiguiente mejora en los resultados financieros.

Por tanto, si nuestra empresa tiene varias cuentas en una misma entidad (ya sea porque opera en distintos países o porque posee varias delegaciones), es probable que hayamos incurrido en algún momento en una posición de descubierto en alguna de las cuentas y por tanto hayamos tenido que pagar los intereses correspondientes y las comisiones por descubierto. Si en vez de una sola empresa, hablamos de un grupo formado por varias empresas y que cada una de ellas posea varias cuentas bancarias, el riesgo de operar en descubierto en alguna de las muchas cuentas bancarias con las que se opera se hace más probable si no se tiene cuidado y se realizan constantes previsiones de tesoreria.

Ante este escenario, contratar un servicio de cash pooling puede ser una buena estrategia para controlar la tesoreria en grupos empresariales o de empresas con varias delegaciones o establecimientos. Mediante el cash pooling, cada cuenta refleja el saldo positivo o negativo que le corresponde, pero el banco calcula los intereses como si se tratase de una única cuenta. De tal modo que al finalizar el día, todos los saldos son traspasados de forma interna a una sola ccuenta en la que se calculan los intereses sobre el saldo agregado e inmeditamente cada saldo vuelve a ser traspasado a la cuenta de la que procede. Por ello, al verter todos los saldos a una única cuenta se puede negociar la posición al por mayor y además se compensan unos saldos con otros, de modo que cuentas acreedoras financian a las deudoras, obteniendo en todo caso, sea cual sea la posición global, un ahorro de costes. Otra ventaja es que al tener una única cuenta centralizadora será ésta la que devengue intereses, por lo que es mucho más sencillo controlarlos por parte del tesorero.

Veamos un ejemplo: Supongamos que un grupo empresarial formado por tres sociedades tiene contratado cuentas bancarias en la entidad financiera XYZ. Esta entidad remunera los saldos acreedores al 0,20% mientras que los saldos deudores que se cubren mediante poliza se liquidan al 4%. Si las cuentas en cada una de las empresas presentan saldos deudores y acreedores como se detalla en el siguiente cuadro:

Para estos saldos, si los gestionasemos por separado, obtendríamos una remuneración para la empresa 1 de 0,19 euros diarios, en la empresa 2 se obtendría una rentabilidad de 0,37 euros diarios mientras que en la empresa 3 tendríamos que satisfacer 3,56 euros al día por dicho descubierto bancario. Por tanto el coste en conjunto para el grupo ascendería a 2,99 euros/día (0,19+0,37-3,56). Si optasemos por contratar con esta entidad financiera un cash pooling, los saldos individuales se agregarían al final de cada día (35.000+66.000-32.000), y obtendríamos una rentabilidad de 0,38 euros diarios, lo que supone una mejora de 3,37€/día.


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