Elaboración de una previsión de tesorería

En la mayoría de las pymes no existe una verdadera gestión de tesorería, limitándose el control a llevar la contabilidad a partir de los extractos bancarios. El problema surge cuando el volumen de negocio aumenta y se hace preciso instaurar un plan que prevea descubiertos y problemas de liquidez.

Para empezar a solventar el problema, lo más sencillo es realizar previsiones semanales a tres meses vista, estructurando la información en cobros y pagos de explotación, los que correspondan a financiación y los que se refieran a la realización de inversiones, tal como haríamos en el EFE.

En el caso de cobros de explotación, la previsión vendrá dada por las facturas que emitamos al cliente, por lo que solo tendremos que desglosar el saldo de clientes por vencimiento y asignar cada factura a la semana y mes correspondiente.

En los pagos de explotación podemos desglosarlos a su vez en cuatro categorías:

• Compras: La información relativa a las compras y subcontrataciones de servicios para el desarrollo de la actividad también se obtiene de la cuenta de proveedores, debidamente ordenada por fechas. Si los pagos se realizan al contado o a un plazo muy corto, conviene registrar la fecha de pago a partir de los pedidos realizados y los albaranes de recepción de las mercancías.
• Servicios generales: Se refiere a los gastos por los suministros, alquiler del inmovilizado, primas de seguros, servicios profesionales diversos, etc. suelen suponer pagos constantes y repetitivos en el tiempo, por lo que su incorporación al plan de gestión de tesorería debería resultar muy sencillo.
• Nóminas y seguros sociales: En la mayoría de los casos, si no hay contrataciones o bajas de personal, suele ser estable por lo que su proyección a meses futuros no presentará mayores problemas.
• Liquidaciones de impuestos: Nos referiremos al IVA (303), retenciones practicadas por trabajadores y profesionales (110), alquileres (115), pagos a cuenta por IS (202); pero también a cualquier otro impuesto que pague recurrentemente la empresa, si los hubiera. En el caso de IVA e IRPF deberemos tener presente que las salidas de tesorería se realizan a final de los meses de abril, julio, octubre y enero… salvo que seamos gran empresa o estuviéramos en el REDEME y tuviéramos que liquidar el IVA mensual.

Los pagos por financiación se refieren a los desembolsos que se hagan procedentes de cualquier operción de prestamo o crédito que se realicen. Para simplificar incluiremos tanto la cantidad correspondiente a amortización del capital prestado y los intereses. En el caso de que sea nuestra empresa la que otorgue un préstamo o instrumento similar a otra, registraremos las entradas de tesorería como cobros por financiación.

Los pagos y cobros por inversiones y desinversiones no suelen ser muy frecuentes en el día a día de la empresa pero igualmente deberemos registrarlos cuando se conozcan. Se refieren a pagos por la adquisición de inmvilizado material o intangible, inversiones financieras u otros activos no corrientes. Por supuesto, cuando se registre ventas de cualquiera de estos elementos o se liquiden inversiones, deberemos registrar los cobros.

Plasmar estas ideas en una hoja de Excel es muy sencillo, si tomamos como punto de partida el saldo del banco en la fecha de elaboración del plan. En las columnas insertaremos los meses (o semanas en caso de hacerlo con esta frecuencia) mientras que en filas incorporaremos las distintas categorías de cobros y pagos que hemos hecho referencia antes. Por su parte, el saldo final aparecerá como saldo inicial en la columna del mes siguiente, y así sucesivamente.

En el caso de que tratásemos con varios bancos, elaboraremos el plan de tesorería para cada uno de ellos (para ello podremos crear tantas pestañas como bancos con los que trabajemos).

Puedes descargarte la plantilla de ejemplo como modelo y adaptarla a las necesidades de tu empresa en el siguiente enlace.